Desde hace ya muchos años se nos habla de los beneficios de mantener una nutrición y un estilo de vida activo. Hoy vamos a volver hacer hincapié en estos temas, ya que en los tiempos que estamos resurge con más fuerza estas premisas.
La OMS ha clasificado esta enfermedad COVID-19 como una pandemia mundial, que se manifiesta de diferentes maneras, ya sea asintomática o con fiebre, tos, dificultades respiratorias, cardíacas, entre otras. Todos estos síntomas se han relacionados a reacciones químicas de nuestro cuerpo que afectan directamente al sistema inmunológico que desembocan en hiperinflamaciones.
Para poder prevenir las infecciones y por ende las inflamaciones, es fundamental que nuestro sistema inmunitario esté trabajando perfectamente. Y ¿cómo podemos ayudar a nuestro sistema inmune?, pues como hemos dicho antes llevando una nutrición adecuada y realizando ejercicio físico de forma habitual.
En este artículo, vamos a destacar la importancia de la nutrición y del ejercicio físico para fortalecer nuestro sistema inmunológico, centrándonos especialmente en aquellos elementos que ayuden a reducir la inflamación y el estrés oxidativo, ayudando de esta forma a fortalecer nuestro sistema inmunológico.
España es uno de los países más afortunados en relación a su alimentación, la dieta mediterránea es una de las mejores del mundo por su variedad de productos y su alto contenido nutricional. Se ha demostrado que mantener una dieta variada en macronutrientes (proteínas de alta calidad, lípidos o ácidos grasos esenciales y carbohidratos de alta calidad) y micronutrientes (vitaminas y minerales) afecta directa e indirectamente al sistema inmunitario y el riesgo de infección. La evidencia nos indica que una dieta que fortalezca la función inmunitaria debe contener cantidades adecuadas de proteína de alta calidad, un alto contenido de omega-3, fibra y granos enteros, alimentos ricos en vitaminas: A, D, C, E, B y minerales como el zinc, selenio, cobre y hierro. Todos estos nutrientes no solo nos ayudan a fortalecer el sistema inmune, sino que también nos ayudan ante la respuesta antinflamatoria de virus. Sin embrago, llevar una buena alimentación no es tan fácil, una ingesta excesiva o la carencia de estos nutrientes puede afectar de forma negativa. El uso de medicación también puede afectar a la absorción de algunos alimentos. Por este motivo, no podemos platear “dietas milagro” para todos por igual, la buena nutrición es algo particular y personal a las características de cada individuo. Por eso si tienes alguna enfermedad, tomas medicación y eres adulto mayor, siempre consulta a un profesional que pueda guiarte en tu alimentación.
Diagrama esquemático que muestra las interacciones entre los componentes dietéticos seleccionados, el sistema inmunitario y la infección viral. Extraido de Iddir et all, 2020.
BIBLIOGRAFÍA
Iddir, M .; Brito, A .; Dingeo, G .; Fernández del Campo, SS; Samouda, H .; La Frano, señor; Bohn, T. Fortalecimiento del sistema inmunitario y reducción de la inflamación y el estrés oxidativo a través de la dieta y la nutrición: consideraciones durante la crisis COVID-19. Nutrientes 2020, 12 , 1562.